Vale, antes de que empieces a sudar pensando en hackers rusos, virus con nombre de Pokémon o que vas a acabar en la cárcel por bajarte una peli de hace 10 años... respira. Descargar torrents no es brujería, ni delito (si lo haces con cabeza), ni necesitas un sombrero de pirata para hacerlo bien.
Esto es como el Uber de los archivos. Le dices qué quieres y él se encarga del resto. Recomendados:
Aquí es donde empieza la aventura. Necesitas encontrar el archivo .torrent o el magnet link de lo que quieres bajar. Es como buscar un tesoro, pero en internet.
⚠️ Consejo de sabio: si la web te pide que instales algo raro o te dice que eres el visitante número 1.000.000... huye.
Una vez seleccionado lo que quieres bajar, haz click sobre el icono del imán y se abrirá automáticamente tu Transmission o qBittorrent. Dale a aceptar para empezar la descarga y...
Ahora solo queda dejar que la magia fluya. Verás cómo el archivo empieza a descargarse poco a poco gracias a una red de gente compartiendo pedacitos. Es como una fondue colectiva, pero con bits.
No es obligatorio, pero si te mola la privacidad o estás en un país donde se ponen intensos con los torrents, un VPN es tu mejor amigo.
Y listo. Ya puedes decir con orgullo que sabes bajar torrents sin naufragar en un mar de pop-ups, spyware y desesperación. ¡Feliz navegación, capitán! 🏴☠️